tela no tejida es un nuevo producto ecológico verde y limpio para el siglo XXI. Está hecho de materiales naturales y biodegradables como fibras de algodón, yute y lino. El material también es transpirable y suave en la piel. También es duradero y tiene una buena caída. Este material es reutilizable y biodegradable, lo que significa que se puede volver a utilizar sin perder sus propiedades. También es hipoalergénico y no contiene productos químicos nocivos, lo que lo hace ideal para cualquier persona con piel sensible. Este tipo de tela es muy popular entre las personas que usan bolsas de supermercado reutilizables y quieren hacer su parte para salvar el medio ambiente.

El proceso de convertir polímeros de polipropileno y poliéster en tela no tejida no es tan malo como el procesamiento de plásticos sintéticos, pero aún consume mucha energía. La producción de telas no tejidas requiere calor, presión y otra maquinaria, todo lo cual genera gases de efecto invernadero que no son tan amigables con el medio ambiente como las materias primas orgánicas. Esta es la razón por la que muchos fabricantes de este tipo de telas han comenzado a utilizar polímeros ecológicos que se derivan de recursos renovables en lugar de materias primas a base de petróleo.

Algunos polímeros biodegradables se basan en polisacáridos de origen natural o petroquímicos, polímeros termoestables de aceites vegetales o polímeros sintéticos con aditivos responsables de la foto, oxo y biodegradación (Farrington et al., 2005). Durante la degradación, los polímeros de cadena larga se hidrolizan en oligómeros de menor peso molecular por la acción de microorganismos en presencia de agua y oxígeno. La reacción se acelera por la adición de ácido o álcali y por efecto de la temperatura y la humedad.

Los polímeros biológicamente degradables generalmente no están contaminados por el suelo en el que están enterrados o convertidos en abono. Sin embargo, pueden contaminar el suelo con dióxido de carbono, metano, agua y humus (Farrington et al., 2007).

Los agrotextiles fabricados con estos materiales biodegradables se pueden utilizar en una variedad de aplicaciones. Se pueden utilizar para proteger el suelo de la erosión, para retener la humedad y los nutrientes en el campo y para suprimir el crecimiento de malas hierbas. Algunos de estos agrotextiles pueden incluso ayudar a aumentar el rendimiento de los cultivos al reducir la necesidad de fertilizantes.

La biodegradabilidad de los agrotextiles depende de su contenido de celulosa, cristalinidad y temperatura. Los mejores agrotextiles para el control de la erosión son aquellos con alto contenido de celulosa y baja cristalinidad. Los agrotextiles deben remojarse en agua durante aproximadamente dos horas para garantizar que estén completamente saturados antes de realizar la prueba de biodegradabilidad.

Se probó la biodegradabilidad de los tapetes sanitarios no tejidos, que fueron cosidos con fibras de yute y cáñamo. Los resultados mostraron que la biodegradabilidad de estos tapetes sanitarios fue satisfactoria según la evaluación sensorial y el análisis de resistencia a la tracción. Los tapetes sanitarios que presentaron mayor nivel de biodegradabilidad fueron aquellos con un alto porcentaje de fibras cortas. Los tapetes sanitarios que presentaron menor biodegradabilidad fueron aquellos con mayor concentración de fibras largas. Esto se debe a que las fibras más largas tienen una resistencia más pronunciada a la degradación microbiana que las fibras cortas.